Posteado por: diasdesur | 28 noviembre , 2007

El juez poeta

La poesía, que se abre camino y se cuela, a veces involuntariamente en los lugares más extraños. Hoy me he encontrado con una sentencia que, dentro de ese lenguaje judicial tan difícil de pillar, pasaba a describir los síntomas de la embriaguez de un conductor.

Me llamó mucho la atención el intento de sistematizar todos los síntomas de lo que viene a ser un buen pedo. Ese afán por traducir una borrachera, que te baila la lengua, se mueve todo menos tú y no te tienes en pie, a un lenguaje administrativo, frío y judicial.

El caso es que el redactor del texto debió sentirse molesto por ese estilo, y en la descripción del santo pedo del acusado se le coló esta forma de definirlo: «presentaba una estabilidad inestable».

«Estabilidad inestable».  Me encanta. Es casi la definición de un estado de ánimo. Cuando estás en una etapa en que lo normal es lo raro. Cuando estás en un momento de cambios continuos. Cuando estás de sur muchos días. Cuando es imposible planificar algo y te pasas todo el día reaccionando, driblando, esquivando. O cuando todo se mueve a tu alrededor. Creo que tanto a mí como a alguno de los lectores les va al pelo esta definición que hizo el juez poeta (¿o quizás fuera el Guardia Civil que hizo el informe?).

«-Hola, ¿cómo estás?.

-Con estabilidad inestable. Y tú?.

-Yo, de inestabilidad estable.»

PD: Tengo un amigo que recopila lo que llama ‘poesía casual’, como esta, la que aparece sin ni siquiera planificarlo. Una vez, había un documento de word, que se llamaba ‘agosto’, que él quería abrir. Problemas informáticos y un ordenador del pleistoceno impedían que esto sucediera, y un mensaje de error de windows acabó diciendo «Agosto no responde».  También resultó genial.


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