Posteado por: diasdesur | 30 octubre , 2007

Presente imperfecto

Pues que queréis que os diga, a mí estos carteles me encantan. Es más, creo que deberían hacerse así a posta..
La asociación de correctores ha tenido la gentileza de recopilarlos para nosotros, para celebrar su fiesta.

No me malinterpretéis. No defiendo las faltas de ortografía. Defiendo las imperfecciones.

¿Será el primer paso esta gimkana correctora para la creación de una Brigada de la Perfección que elimine los errores igual que en Farenheit 451 se destruían los libros? Después se vigilaría por la calle a quienes se han equivocado y no llevan los dos calcetines igual -porque la lavadora se tragó uno y los demás no habían secado, vale?-, y quién sabe si se impediría a los guiris salir del ferry con sandalias y calcetines.

La Brigada de la Perfección tendría un duro período de formación para sus agentes y una amplia red de delatores, de forma que nadie estaría a salvo…

Un paso más sería, siguiendo criterios de personas con gusto estético, multar las malas combinaciones de colores o la ropa pasada de moda, e incluso cerrar las tiendas de ropa macarra (¿será eso lo que ha pasado en la que estaba al lado de Cañadío? ¿habrá sido quién me pienso la denunciante?)
Luego los restaurantes que sirven la comida fría, la demolición de edificios que no fueran simétricos, los mecánicos que estropean los coches…

Mucho me temo que sería una de las primeras víctimas de la Brigada de la Perfección. Sólo visto bien cuando me asesoran en la compra. A veces, al planchar, se me queda una arruga y siempre hay un cuello de la camisa que se rebela y se asoma por el jersey. Tengo un lunar en las patillas que las desequilibra y un remolino en el flequillo que hace que mi pelo, al crecer, no se decida a ser liso ni rizado. Un grafólogo que analizara mi letra recomendaría mi encierro o pediría el suyo, y escribo a máquina con dos dedos de una forma totalmente antiestética. A veces consumo productos culturales de serie B o Z (cómics de superhéroes o películas comerciales, de las de terror de gritos -sí, es horrible-). Nunca me da tiempo a ver las últimas películas y leer los últimos libros porque tengo lecturas atrasadas de autores que no salen en suplementos dominciales. No voy al gimnasio ni hago lo que se lleve esta temporada que sea moderno (¿batuka, pilates, reggaeton?). Mi blog no tiene un tema definido, es pura anarquía. Lo de mi casa es para verlo, con ese armario cuyas puertas no encajan, y la balda que voy a poner mañana seguro que acaba torcida. No tengo perlizadores ni la tarjeta de cliente fiel en los comercios del centro. Y en lugar de pasear por la playa me pateo barrios que la Brigada demoliría sin más contemplaciones.

¿Qué harían conmigo? ¿Me reeducarían como a Álex en La Naranja Mecánica? ¿Me acabarían convirtiendo en Zach Efron?

Reiros, pero cosas más raras se han visto: en La loteria de Babilonia, de Borges, se empezó sorteando un premio y se acabó sometiendo toda la vida al azar.

Tengo una gran duda sobre si esta capacidad de asumir los defectos es un episodio de resignación -una especie de rendición para no cambiarlos- o si es una forma de conocerse mejor y aceptarse para seguir adelante. Es un poco el debate que está de fondo en el final de ‘Azuloscurocasinegro’, y yo todavía no lo he resuelto. Pero el caso es me he descubierto en Lealtad mirando otro escaparate con ropa que no me pega nada…


Respuestas

  1. Hola,

    He visto que me tienes enlazado como tentirujo.es, y puesto que he cambiado hacia tentirujo.com, quisiera saber si, por favor, podrías cambiar el enlace.

    Muchas gracias.

    PD. Te dejo esto como comentario puesto que no encuentro en la página ningún mail al que dirigirme…

  2. Vale, corregido. Saludos!

  3. Excelente tu visión, si cada uno pudiese describir su tierra claramente no habría encesidadde explicar tantas cosas…. felicitaciones

  4. […] 6.- Nada más cierto que la tercera es la vencida. […]


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